La obra Bosque de Simbolismo Industrializado nos invita a sumergirnos en un viaje introspectivo que entrelaza materiales y significados en el entorno artístico. Esta instalación nos sumerge en un bosque simbólico donde la transformación industrial se convierte en el telón de fondo de la experiencia del espectador. La técnica de frottage cobra vida a través del uso de carbón de pinos en papel bond, utilizando una matriz de goma. Este proceso creativo se ha llevado a cabo en diferentes dimensiones de papel, que van desde 105 hasta 185 cm de longitud, con un ancho constante de 90 cm. Cada trazo captura la esencia de la madera, el material primordial utilizado.

Los elementos visuales principales de la instalación son los papeles suspendidos, sostenidos por palos de escoba del sur de Chile comprados en Mercado Libre. En cada uno de estos papeles, el artista ha impreso repetidamente la imagen de un árbol seco, creando una repetición que se materializa en 36 representaciones en los 18 papeles. Este árbol desvanecido se erige como símbolo de lo que yace oculto en los productos industrializados que nos rodean.

A medida que avanzamos, nos encontramos inmersos en un laberinto confuso, donde el papel se convierte en nuestro guía a través de los difíciles caminos que caracterizan al bosque. Bosque de Simbolismo Industrializado trasciende la mera representación de objetos materiales. En su esencia, esta obra artística plantea una profunda reflexión sobre la transformación, tanto en el ámbito industrial como simbólico. Nos invita a cuestionar los posibles significados que surgen de la metamorfosis de los materiales utilizados.  ¿Pueden las escobas revelar las luchas territoriales de las industrias forestales en el sur de Chile? Incluso algo tan simple como el papel adquiere su propia voz, hablando en nombre de la industrialización globalizada y naturalizada.